Motivados por el boom del caucho, se movilizaron gente de Barbacoas, Tumaco e Iscuandé, (Colombia), quienes sin importarles la dura travesía, cruzaron el océano pacifico y llegaron al río Esmeraldas en rusticas embarcaciones de balsa; luego arribaron hasta la desembocadura de los ríos Blanco y Quinindé, se adentraron en la selva indómica que bondadosa ofrecía nueva forma de vida para los viajeros, estos seguidamente comenzar a construir pequeñas chozas a lo largo de los afluentes antes señalado.
Llega Rosa Zárate a Quinindé
Para adquirir la leche del caucho los negros trepaban los altos árboles, para luego realizarles pequeños cortes a manera de canalón. Mientras efectuaban dicha labor, llegó al lugar una distinguida mujer de cabellos largos, acompañada de don Nicolás de la Peña quién era su esposo. Esta hermosa dama era nada menos que doña Rosa Zarate líder republicana muy temida por los españoles quienes la seguían para eliminarla. La verduga del dominio español, estaba herida, los negros curaron 0sus lesiones y luego la trasladaron en balsa hasta San Mateo.
Su destino era Tumaco (Colombia), donde tenía que unirse a las gestas libertarias de los republicanos, lamentablemente ese ideal se frustró en la trayecto ya que alcanzada por los soldados españoles quienes sin pena ni gloria la decapitaron junto a su amado esposo.
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